sábado, 4 de marzo de 2017

LOS PÁJAROS

Coincidiendo con el carnaval nos hemos puesto estas máscaras de pájaros para jugar en el prado.
Las máscaras representan a la carraca, el búho real y el abejaruco.




BÚHO REAL

La mayor de las rapaces nocturnas ibéricas e imposible de confundir con ninguna otra. Su plumaje es pardo jaspeado.
Talla de unos 70 cm, y entre 2,5 y 3,5 kg de peso. Su embergadura alar sobrepasa los 150 cm., y tiene orejas anchas a modo de grandes cejas (a diferencia del Búho chico, en el que las orejas parecen antenas), poderosas garras y ojos claramente anaranjados.
La subespecie ibérica es de menor tamaño que las más septentrionales.
Tienen una elevada capacidad auditiva y perfeccionada visión nocturna, lo que unido a sus garras y a su vuelo silencioso los convierte en uno de los más eficientes depredadores nocturnos.

Hábitat

Se encuentra presente en toda la Península Ibérica, y en gran variedad de hábitats, incluso en la proximidad de ciudades, siempre que haya acantilados o paredes rocosas en los que anidar y presas de las que alimentarse.

Reproducción


Foto: Wikipedia
Búho real en cautividad.
Hace sus nidos en paredes rocosas, y habita permanentemente el territorio en el que cría.
El celo es en febrero y marzo y, si hay machos competidores, el búho residente reclamará su territorio mediante su reclamo o por otro medios. Su reclamo consiste en dos sílabas ("uuu-uu") repetidas regularmente. También se ha observado que realizan marcación de territorio sobre rocas mediante excrementos.
Sus puestas son de dos a seis huevos, a final del invierno.

Alimentación y costumbres

Roedores grandes y pequeños, mamíferos pequeños, erizos, pájaros de mediano tamaño. Las poderosas garras del búho real están dotadas de uñas que clavan en sus presas.
Los búhos no tienen depredadores naturales, estando su población limitada por la acción del hombre. Las poblaciones de búho se recuperan en territorios que quedan despoblados.
Su vuelo es tremendamente silencioso. Los búhos, como otras rapaces, tienen posaderos habituales desde los que otean la actividad a su alrededor, esperando que una presa delate su presencia, momento en el que caen desde el cielo en perfecto silencio.




EL ABEJARUCO

El abejaruco común es un ave bellísina e inconfundible, gracias a su cabeza canela, su pecho azul, su vientre verdoso, su cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, además de su pico típico de insectívoro.  Se les suele ver por parejas, posadas en los cables telefónicos a principios de la primavera, vigilantes en busca de presas.

Hábitat

Vive en zonas semidesérticas, estepas, estepas con arbolados, en las que pueda encontrar grietas en suelos arcillosos y de aluviones. Se le suele ver en hábitats humanizados, urbanizaciones tranquilas y no muy densas, atraídos por las abejas que liban en los jardines.
Nidifica en los taludes del curso medio de los ríos de nuestra península.
Son principalmente aves de llanura o altiplanicie, aunque sus colonias de cría se extienden por toda la España seca. Necesita un suelo blando donde construir el túnel en el que nidifican.
Aunque parece que su número está creciendo en los últimos años y se señalan nuevas colonias en localidades donde antes sólo se aparecía de forma irregular, el paulatino descenso en las poblaciones de abejas supone un factor preocupante, no sólo por su labor polinizadora, sino también por la supervivencia de uno de sus más importantes depredadores, como es el caso del abejaruco.

Reproducción

Abejaruco a la entrada del nido
Foto: Carlos Sanz
Abejaruco a la entrada del nido
Los abejarucos nidifican en colonias y también, aunque raramente, en solitario. Las colonias de cría se mantienen a lo largo de varios decenios, por lo que la desaparición de una de ellas puede causar estragos en la población.
La pareja excava un túnel de hasta 2 m de profundidad en terraplenes terrosos blandos. Este túnel desemboca en una cámara donde se encuentra el nido. El tubo es siempre recto y permite la visión del exterior desde la cámara. Está situado normalmente en paredes arcillosas verticales, pero también pueden encontrarse colonias en suelos planos o sólo ligeramente inclinados.
El nido consiste únicamente en la cámara vacía, sin otro material de construcción o forrado. Los excrementos de los polluelos no son evacuados, por lo que después del uso de varios años el nido se convierte en un montón pestilente de restos indigeribles de insectos.
Abejaruco con un insecto en el pico
La parte de la punta del pico que se le desgasta al abejaruco durante los trabajos de excavación vuelve a crecer posteriormente.
Los machos entran en celo en la primera mitad de mayo, empezando entonces a cortejar a la hembra llevándole insectos.
La puesta empieza a mediados de mayo. Tras una incubación que dura de 20 a 22 días, se abren los huevos. Aproximadamente a las tres semanas los jóvenes ya se apostan a la entrada del agujero para explorar el mundo exterior. Con unas cuatro semanas de vida emprenden el vuelo.

Alimentación y costumbres

Los abejarucos se alimentan de insectos que capturan en vuelo o sobre el suelo.
Su presa preferida son los himenópteros ápidos, haciendo verdaderos estragos en las abejas, lo que le ha valido, además de su nombre, la persecución de los apicultores. Además de estos insectos, consume libélulas y algunos coleópteros.
Desde sus posaderos sale en persecución de los insectos que se acerquen por medio de un vuelo de caza corto.



LA CARRACA


Descripción

Precioso ejemplar adulto de carraca (Coracias garrulus)
La carraca es un ave de mediano tamaño (30 cm, 140 gramos de peso), que fue descrita por Linnaeus en 1758 con el nombre de Coracias garrulus.
Ambos sexos presentan un plumaje de color azul en la cabeza, cuello, pecho y cola, mientras que las plumas escapulares del dorso y del obispillo son de color morado intenso, y la espalda de color marrón, lo que crea un contraste de color muy llamativo. Los juveniles presentan el mismo patrón de coloración que los adultos, aunque predomina la tonalidad verde sobre los azulados.
La voz de contacto entre individuos es un fuerte “rak-ack” que emiten en situaciones de estrés o peligro. Durante la época de celo este mismo sonido se convierte en un reclamo ruidoso y sonoro, más repetitivo, tal que “rak-rak-rak-rak-rak”, de donde deriva su nombre ya que se asemeja al sonido de las carracas o matracas que se usan en algunas fiestas religiosas.

Hábitat y distribución

Es una especie esteparia, típica de las zonas mediterráneas donde se presentan veranos calurosos, y generalmente cría a bajas altitudes, en su mayoría por debajo de los 500 metros, aunque hay poblaciones por encima de los 1.000 metros.
Es una especie estival, que tras llegar a la península en el mes de abril y llevar a cabo la reproducción, se marchan a África en los meses de agosto y septiembre, aunque los movimientos que realiza en dicho continente apenas se conocen.
La población española se he estimado entre 2.000-6.000 parejas reproductoras, con una tendencia desconocida, aunque parece que es regresiva, debido a la pérdida de hábitat por la intensificación agrícola, implantación de cultivos de regadío en zonas cerealistas o la destrucción de las construcciones humanas o arboledas antiguas donde cría.

Reproducción

Pollo de carraca
Foto: Jana Marco
Pollo de carraca
Las carracas suelen realizar sus nidos en oquedades de árboles, como chopos, almendros y diversas especies del género Quercus, aunque pueden utilizar oquedades y mechinales de construcciones humanas, como casas de labranza o taludes arenosos, y así mismo, pueden hacer uso de nidales artificiales en ausencia de oquedades naturales.
La especie no construye nidos, sino que realiza la puesta directamente sobre el fondo de los agujeros sin aportar ningún material. Estas puestas suelen llevarse a cabo durante el mes de mayo, con un tamaño medio de 4-5 huevos, pudiendo llegar a un tamaño máximo de 7 huevos, que incuba la hembra durante 20-22 días, siendo incubados por ambos progenitores.
Los huevos eclosionan con una asincronía muy patente, pudiendo llegar a eclosionar algún pollo hasta con una semana de diferencia con sus hermanos, entre los que generalmente 3 pollos siempre nacen a la vez, abandonando el nido a los 20-24 días de su nacimiento.
Se conocen varios nidos, donde la crianza de los pollos fue realizada por 3 ejemplares adultos.

Alimentación y costumbres

La dieta de los ejemplares adultos se basa en artrópodos de mediano y gran tamaño, capturándolos en tierra, aunque también depreda sobre presas voladoras. Dentro de los artrópodos destaca el consumo de ortópteros, seguidas de coleópteros, arañas e himenópteros, y en menor medida se consumieron quilópodos y dermápteros. Los micromamíferos presentan una frecuencia relativa muy baja respecto al resto de presas; sin embargo pueden llegar a aportar hasta la mitad de la biomasa total consumida por los adultos.
La alimentación de los juveniles se basa únicamente en presas animales de 2-3 gramos de peso media, destacando los ortópteros, arañas, coleópteros, isópodos y escolopendras.












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